"EXPRESAMOS TUS SENTIMIENTOS CON FLORES FRESCAS Y ÚNICAS"
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HISTORIA:
Casa Blanca nació del sueño de transformar la sencillez en belleza. Su fundadora, inspirada por el amor a las flores que heredó de su abuela, siempre imaginó un espacio donde la naturaleza y el diseño convivieran en perfecta armonía. Durante años, guardó esa idea como un anhelo, hasta que encontró el lugar ideal: un pequeño local en Abasolo 3, en el corazón del Centro de Zumpango de Ocampo, un sitio rodeado de vida, movimiento y tradición.
¿Cómo cuidar tus floreces en casa?
- Retira el plástico o papel que envuelve tu ramo de flores frescas.
- Corta el tallo de cada flor en diagonal. Con 1 o 2 centímetros será suficiente, así las flores tendrán mayor capacidad para absorber agua.
- Elige un jarrón de cristal y échale agua tibia.
- Procura que las hojas no queden sumergidas en el agua. De este modo, mantendrás a raya las bacterias y tu ramo estará frondoso más días.
- Elige un lugar donde los rayos del sol no entren directamente, bien iluminado y fresco.
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¿Cómo cuidar las Orquídeas?
Las orquídeas tienen una estructura duradera y sus tonos blancos, azules o magentas contribuyen a su belleza. Una de las orquídeas más conocidas es la orquídea Phalaenopsis, que tiene un cuerpo corto y sus raíces están cubiertas de hojas anchas y grandes. Las orquídeas florecen al menos dos veces al año y florecen hasta 12 semanas. Si cuidas bien tus orquídeas, esto puede suceder incluso 3 o 4 veces al año.
Las orquídeas prefieren permanecer bajo la luz solar indirecta, ya que demasiado sol hará que sus flores se marchiten. Recuerda que las orquídeas no florecen sin suficiente luz solar: la mejor situación es con luz semifiltrada que toque suavemente las hojas, sin que calentarlas.
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¿Cómo evitar que las flores cortadas se marchiten rápido?
1. Corta los tallos en diagonal
Antes de colocar las flores en agua, corta de 1 a 2 centímetros del tallo en un ángulo de 45°. Esto mejora la absorción de agua y nutrientes.
2. Usa agua limpia y fresca
Llena el florero con agua potable y cámbiala cada dos días. Mantener el agua limpia evita la proliferación de bacterias que aceleran el marchitamiento.
3. Retira las hojas que queden dentro del agua
Las hojas sumergidas se descomponen rápidamente, generando bacterias que afectan la vida de las flores. Quítalas para mantener el agua en buen estado.
4. Coloca las flores en un lugar fresco
Evita exponerlas al sol directo, corrientes de aire o cerca de aparatos que generen calor. Las flores se conservan mejor en ambientes frescos.